Jesus García Juanes, aventurero por buenas causas
Dos programas radiofónicos nocturnos de gran audiencia se interesaron por Jesús García Juanes y sus extravagantes aventuras, pero salió trasquilado de la experiencia mediática "porque sólo les interesaba saber si llevaba la cantimplora colgada de mis partes".
En la prensa gallega lo llaman «aventurero» y en Lugo(donde vive) se le considera sencillamente, «algo raro». Sorprende saber que es berciano de nacimiento ya quenació en Ponferrada hace 48 años y es lucense de adopción. Licenciado en Ciencias de la Información aunque cunicultor (criador de conejos) de profesión. Quería hacer un viaje muy largo y con un ritmo trepidante y no se le ocurre otra cosa que endosarse al cuerpo la friolera de 3.551 Kilómetros en un monopatín. El 25 de agosto partió de Lugo y el pasado lunes 21 de Septiembre llegó a Barcelona, coincidiendo con el inicio de la Semana de la Movilidad y el Día mundial Sin Coches. Visitó en su recorrido Friburgo (Alemania), Burdeos, París y Lyon (Francia) recorriendo una media de 130 Km al día, nueve horas diarias encima del patín.
Son muchas las aventuras reivindicativas de Xesús García Juanes, en protesta por el cambio climático subió el Kilimanjaro (5.895 metros) semi-desnudo «No hay tanta diferencia entre escalar una montaña sin oxígeno y hacerlo sin ropa» comentó. Después lo intentó con el Aconcagua (6.959 metros), ataviado simplemente con unas botas y unos "gallumbos".Desgraciadamente, tuvo que abandonar a tan solo 400 metros de la cumbre. Hay que decir que el fracaso de la coronación se debió a que los dos acompañantes de Jesús, no eran capaces de seguir el brutal ritmo de ascensión que llevaba nuestro protagonista y porque ya empezaba a tener "algo" de frio. El origen de esta peripecia no obedece a una "ida de olla", sino al apoyo incondicional al tratado de Kyoto para la disminución de emisión de CO2 a la atmósfera.
Los medios no se lo han tomado en serio, Dos programas radiofónicos nocturnos de gran audiencia se interesaron por Jesús García Juanes y sus extravagantes aventuras, pero salió trasquilado de la experiencia mediática "porque sólo les interesaba saber si llevaba la cantimplora colgada de mis partes". Indignado, se resarció subiendo al Teide en calzoncillos, desafío que encontró demasiado fácil "porque no había nieve en el camino y la temperatura era de ocho grados".
A Xesús se le ha visto dando más de 200 vueltas durante cuatro días (unos 450 kilómetros) a la Muralla de Lugo para reivindicar que fuera declarada Patrimonio de la Humanidad, o recorriendo a pie el trayecto que enlaza las cuatro capitales gallegas (unos 300 kms) para exigir atenciónsobre las minas antipersonas,o por la Ruta Jacobea en patinete para fomentar las donaciones de sangre. Pero García Juanes sólo obtuvo cierta notoriedad cuando aliñó sus desafíos con un poco de 'strip-tease'. Para solicitar a lasautoridades que se construyera un polideportivo en Castroverde, tuvo la ocurrencia de ascender al Pico Cuiña, de casi 2.000 m.de altitud,en taparrabos y en pleno mes de enero. Lo hizo y, una vez en la cumbre, aterido de frío,remató la faena quitándose el taparrabos y posando para la posteridad.
En mayo de 2.006 empezó a dar vueltas en un pista de atletismo empujando un carro de 60 kilos donde cargó todo lo necesario para sobrevivir durante 20 días: 34 litros de agua, 15 kilos de comida, un saco de dormir, un teléfono móvil, una radio, papel, lápiz y un ejemplar de Moby Dick. Su objetivo era recorrer un total de 1.000 kilómetros -2.500 vueltas a la pista de atletismo-, a razón de unos 50 diarios. Los datos científicos sobre la prueba de resistencia se publicarían en la revista Anales de Medicina de Montaña.
En Marzo de 2.007 bate la marca de travesía polar en bici, tras pedalear con una bicicleta especial, rueda de clavos atrás y un esquí recortado en la delantera, una media de 74 kilómetros diarios por la costa oeste de Finlandia. Lo hizo en autonomía, portando todo lo que necesitaba, y en invierno, para llamar la atención sobre el cambio climático.
En Noviembre de 2.007 planeó recorrer 1.000 kilómetros en menos 96 horas para denunciar el peligro que para la vida y la integridad los automóviles, y protestar *contra los numerosos accidentes de tráfico*. Juanes inició desde la localidad localidad lucense de Sarria, donde realizó 480 kilómetros en bicicleta* a lo largo de 24 horas. En las siguientes etapas, siempre divididas en tramos de 24 horas, *remó 100 kilómetros en Kayak *por el río Miño; recorrió *300 kilómetros en monopatín* y concluyó cuando dio *50 vueltas a la muralla de Lugo* y completó* algo más de los 1.000 kilómetros* que se había planteado. No llevaba tienda de campaña para disminuir peso, con lo que durmió a la intemperie soportando ambientes de 10 grados bajo cero. Durmió entre abetos o, cuando nevaba, protegiéndose en voladizos de cabañas; pedaleó siempre en solitario y, por increíble que parezca, su mayor problema fueron las *elevadas* temperaturas. Necesitaba más grados bajo cero y, a poder ser, que el termómetro no marcara temperaturas en positivo para que el suelo. Todo un tipo solidario este Jesús.
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Publicado por VRedondoF para NOTICIAS el 9/24/2008 08:18:00 AM