Las Puentes de Mal Paso

Introducción

Las Puentes de Mal Paso son dos puentes construidos sobre los ríos Grande y Pequeño, que juntos forman el Meruelo, probablemente en la Edad Media para facilitar el paso de los peregrinos a Santiago, que, desde El Acebo o desde Riego de Ambrós, querían acercarse a Lombillo y Los Barrios antes de entrar en Ponferrada. Asómbra la importancia de las construcciones en un lugar que hoy nos parece tan aislado. Se encuentran en el municipio de Molinaseca.

Aproximación.

El itinerario comienza en el pueblo de Riego de Ambrós. Para llegar a él debemos tomar la carretera que, entre Astorga y Ponferrada, sigue el Camino de Santiago. Desde Ponferrada tomaremos la dirección a Molinaseca, cruzaremos el pueblo, y continuaremos el ascenso al Puerto de Foncebadón subiendo hasta Riego de Ambrós en donde entraremos en el pueblo y aparcaremos en alguno de los lugares habilitados.

Ruta

Itinerario.

Hemos de cruzar el pueblo perpendicularmente a la carretera, atravesando la calle señalizada como Camino de Santiago, para salir a las eras que están sobre la loma al final del pueblo. Descenderemos por ellas hacia la izquierda hasta encontrar un camino que seguiremos más hacia nuestra izquierda. Hemos de descender hasta el valle y luego continuar valle abajo, hacia la derecha, por un sendero, que antes fue camino, que lo sigue por la margen derecha al principio y luego por la izquierda.

En el fondo del valle, ya a la orilla del Río Grande, lo acompañaremos valle abajo y, de inmediato, nos encontraremos con la Puente Grande. Cruzándola y continuando un trecho por el sendero llegaremos a la Puente Pequeña sobre el Río Pequeño. Desde Riego habremos tardado poco más de una hora.

Otros itinerarios.

Es posible visitar Las Puentes de Mal Paso subiendo desde Molinaseca por el itinerario que vamos a recorrer para el descenso.

También se puede llegar desde El Acebo siguiendo un caminillo casi totalmente perdido en algunos tramos.

También desde Espinoso de Compludo, cruzando una interesante zona de explotaciones romanas de oro, por camino que se pierde y obliga a enfrentarse al denso matorral lo que no siempre es agradable. También desde Lombillo por el camino que enlaza con el que seguiremos en el descenso.

Descenso.

Podemos, lógicamente, regresar por el mismo itinerario hasta el punto de partida, lo que será obligado si hemos de recoger nuestro coche, en lo que emplearíamos alrededor de hora y media. Pero resulta interesante seguir por el antiguo camino que asciende hasta la loma. Continuando por él llegaríamos a Lombillo pero nos desviaremos, en la misma loma, siguiendo un senderillo que, hacia nuestra derecha, desciende casi por el lomo. Siguiéndolo llegaremos, sin pérdida posible, a encontrar la carretera que va al cementerio de Molinaseca justo en la orilla superior del canal que la cruza. Siguiéndola hacía nuestra derecha entraremos en el pueblo siguiendo el trazado de la tapia de la iglesia parroquial, que dejaremos a nuestra derecha. Habremos tardado algo menos de una hora.

Observaciones

Paisaje.

El recorrido es un paisaje cerrado de abruptos roquedos y abigarrado matorral que se transforma en florido jardín si el recorrido se realiza al principio de la primavera. En el fondo, al lado del río, se pueden encontrar lugares de muy placentera estancia, protegidos por el frondoso bosque de ribera y arrullados por la corriente.

Fauna.

Es fácil encontrarse con arrendajos, perdices y conejos. Hay jabalíes, zorros y, probablemente, corzos.

Flora.

Es relativamente monótona de encinas y estepas, que se cambian, al borde de los ríos, en bosque de ribera de alisos o humeros y chopos acompañados de alguna salguera. También se encuentra algún roble y, en las proximidades de los pueblos, árboles cultivados como castaños, nogales, cerezos, etc.

Riesgos.

No debería haber ningún riesgo, además de los derivados del normal caminar, si la visita se hace siguiendo el camino. Si se pretenden alcanzar puntos de vista distintos, el riesgo de caída puede llegar a ser inminente.

Mapas.

Mapa nº 159 del Instituto Geográfico Nacional a escala 1: 50.000 o mapa nº 159-III del mismo Instituto a escala 1:25.000.

Ivo García Álvarez