Camino FrancésEtapa 22: Foncebadón - Ponferrada
Los albergues
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Información sobre la etapa 22: Foncebadón - Ponferrada
El Camino Francés llega a su techo junto a la Cruz de Ferro, clavada sobre un montículo de piedras a 1.500 metros de altitud. Cerca, entre tañidos de campana y señales de humo, se sitúa el refugio templario de Manjarín, en pie desde 1993 gracias a Tomás Martínez. La maragatería sucumbe a El Bierzo, que se presenta en un crudo descenso entre pastos y piornos. El Acebo, Riego de Ambrós, Molinaseca, a orillas del río Meruelo, y Campo vertebran la etapa y la dotan de la infraestructura necesaria para llegar con éxito a Ponferrada, capital de la comarca.
Despedimos Foncebadón calle arriba, entre muros caídos y la iglesia, cuya espadaña y dos campanas reciben siempre las primeras luces del día. A la salida tomamos el camino de la izquierda, que en suave pendiente nos acerca hasta la carretera LE-142, nuestra guía en la etapa de hoy (Km 1,5). Por una senda paralela a la carretera, que avanza junto a algún bosquete de repoblación, llegamos hasta la Cruz de Ferro. Situada a unos exactos 1500 metros de altitud (el techo del Camino Francés), no es más que una pequeña cruz de hierro aupada por un desproporcionado mástil de madera. De espaldas a la cruz es tradición arrojar una piedra al montón ya levantado. Un gesto calcado al que hacían los segadores gallegos cuando se desplazaban a Castilla para trabajar en los campos de cereal y también los arrieros y los pastores trashumantes (Km 2,2).
Junto a la cruz se erigió en 1982 una capilla consagrada a Santiago Apóstol. Desde este punto retomamos la marcha por la senda paralela a la LE-142. Serbales de Cazadores (Sorbus aucuparia), árbol caducifolio distinguible fácilmente por sus gruesos racimos de bayas rojas, arropan nuestros pasos. Dos kilómetros y trescientos metros después de la Cruz de Ferro nos plantamos en el refugio de Manjarín, el albergue más peculiar del Camino gestionado por Tomás Martínez, el hospitalero templario. El tañido de una campana y las señales del humo de una hoguera nos guían hacia su interior. El ambiente de puertas adentro es mejor descubrirlo por uno mismo (Km 4,5).
Algo más de 7 kilómetros separan el refugio de Manjarín de El Acebo. Salvo alguna curva que se ataja, el itinerario discurre siempre paralelo a la carretera. En los primeros 3,5 kilómetros se llanea e incluso se sube levemente. En ellos dejamos a un lado la Base militar de Transmisiones, situada bajo Peña Llabaya y abandonada en 1990. Un kilómetro más adelante de la Base comienza realmente el descenso con vistas a Ponferrada (desde la distancia se distingue en ella una mancha negra que corresponde a la torre de la Rosaleda de más de 100 metros). La senda es pedregosa y en fuerte pendiente (los ciclistas deben recorrer toda la etapa por la carretera LE-142).
Tras esos siete kilómetros, el Camino se presenta en El Acebo, la primera localidad de El Bierzo. Documenta Juan Uría que los vecinos de esta localidad estuvieron libres de impuestos a cambio de colocar ochocientas estacas para indicar el camino a los viajeros. En este núcleo berciano rodeado de piornos y pastos, una tienda donde comprar bocadillos y un mesón permiten un paréntesis en la etapa que ya hemos completado en más de un 40% (Km 11,6). Saliendo de El Acebo nos topamos con una gráfica escultura realizada por Eulogio Pisabarros en memoria de Heinrich Krausse, peregrino alemán que falleció realizando el Camino. Descanse en paz.En lugar de transitar por el camino seguimos por la propia carretera durante casi dos kilómetros. Después retomamos la senda paralela para llegar a Riego de Ambrós. Atravesamos Riego de punta a punta (esta población del municipio de Molinaseca tiene unos 600 metros de largo), pasando junto a la plaza San Sebastián, donde se encuentra el albergue de peregrinos y la fuente. (Km 15).
Tejados de pizarra y balconadas de madera dan paso a una senda, que desciende bajo la sombra de los castaños y el frescor del arroyo de Prado. Ya en campo abierto llegamos de nuevo junto a la carretera (Km 16,4), que volvemos a dejar para iniciar un descenso tortuoso que dejará su impronta en nuestros músculos, sobre todo del cuadriceps. A la vera de algunos chopos, alimentados por el arroyo de la Pretadura, desembocamos en la LE-142 (Km 19,2) y continuamos por ella. Al pie de la carretera está el Santuario de la Virgen de las Angustias, de finales del XVII y que cede el paso al puente medieval sobre el río Meruelo, por el que entramos en Molinaseca. Esta localidad, capital del municipio que también engloba a El Acebo y Riego de Ambrós, cuenta con una buena red de bares y restaurantes, farmacia, panadería, etc (Km 19,7). Cruzamos la localidad por la calle Real o del Camino de Santiago que desemboca en la avenida de Fraga Iribarne, junto a la LE-142. Pasamos los albergues y dejamos la compañía de la carretera tras una pista de tenis. Giramos a la derecha y tomamos un camino que progresa cerca del río Meruelo y que más adelante se va acercando a la carretera. Ojo, porque al llegar a la carretera (Km 22,5) no hay que seguir por el paseo paralelo a ésta que pasa junto a la urbanización Patricia. Un mojón algo escondido bajo el arcén izquierdo de la carretera nos señala la dirección correcta. Una pista con algún tobogán, molesto a estas alturas de etapa, conduce hasta Campo. Poblado ya en la Edad Media, Campo cuenta con una fuente romana, la ermita del Santo Cristo, la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Encina y las casas solariegas de los Lunas. También hay varios mesones con menú de peregrino donde reponer fuerzas (Km 24).
Salimos, ya por asfalto, buscando la vega del río Boeza, que fluye a la derecha del itinerario. Varias barriadas nos escoltan hasta cruzar el río (Km 26,4) y cuatrocientos metros después salvamos las vías para finiquitar en breve la vigésimo segunda etapa. Ponferrada y el albergue parroquial de San Nicolás de Flüe nos recibe (Km 27,3).
El monumento
Castillo Templario de Ponferrada
En principio castro y más tarde ciudadela romana.
La Orden del Temple lo amplía y mejora desde el siglo XI al XIII.
El aspecto actual se debe a una gran cantidad de ampliaciones y reformas llevadas a cabo desde el siglo XV hasta nuestros días.
En 1924 fue declarado Monumento Nacional Histórico Artístico.
La Orden del Temple lo amplía y mejora desde el siglo XI al XIII.
El aspecto actual se debe a una gran cantidad de ampliaciones y reformas llevadas a cabo desde el siglo XV hasta nuestros días.
En 1924 fue declarado Monumento Nacional Histórico Artístico.
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MONOGRAFICO del Camino de Santiago elaborado por
CONSUMER
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Publicado por VRedondoF para Teeb el 2/28/2010 09:49:00 AM