EL CASTILLO DE SARRACÍN
Y SU ENTORNO
Y SU ENTORNO
El Castillo de Sarracin, se halla en Vega de Valcarce, y se yergue sobre una empinado montículo, en las faldas del Monte de la Vilela. Su estrategica situación, le supuso que nunca fuera conquistado.Su historia, esta ligada a: los Valcarce, Conde Gatón, Sarracino Gatónez, Templarios, Portazgo, Camino de Santiago, Carlos I y los Irmandiños.Su fortaleza era tal que los Valcarce, lo defendían de los atacantes con 5 estacas de Roble, lo que ha dado origen al escudo de Vega de Valcarce.
El castillo de Sarracín, (Castrum Sarracenicum) por su ubicación estratégica ha sido una pieza fundamental para el control de Galicia. El actual castillo, parece ser del Siglo IX. Anteriormente, el castillo que existía debió ser arrasado en el año 714 por Muza. La reconstrucción del actual Castillo, no debió de iniciarse hasta después de la expulsión de los musulmanes de Galicia y León, lo cual situaría su edificación a finales del Siglo IX. Determinados hechos, apuntan a que Sarracín fue levantado durante el Reinado de Ordoño I (850), por el Conde Gatón como fundador de Sarracín, dándole el nombre de su hijo Sarracino Gatónez o fue edificado por el propio Sarracino, lo que situaría su edificación en el intervalo 852-885 El Conde Gatón, parece ser natural del entorno de Triacastela y se caso con una hermana de Ordoño llamada Dª Nuña, siendo el hombre de confianza de Ordoño para Galicia y su cuñado el Conde Rodrigo ejercia las mismas funciones en Castilla El Conde Gatón fue el encargado de las campañas de 852 en favor de los mozárabes de Toledo y la del 863, en defensa del territorio Castellano Alavés, que termino en desastre y derrota en el desfiladero de Pancoro. Posteriormente el Conde Gatón, fue el regidor y encargado de repoblar el Bierzo y posteriormente la zona de Astorga. El hijo del Conde Gaton, Sarracino Gatónez, señor de Sarracín, en el 885 protagonizo una rebelión contra Alfonso III, conjuntamente con Hermenegildo Pérez, hijo del conde Pedro Theón. La muerte del Conde de Castilla, Diego Rodríguez, permitió a Alfonso III, realizar una maniobra para atajar cualquier deseo de independencia o de cesión de más poder, del que estaba dispuesto a dar, a aquellos hijos de los Condes, que antaño fueran los hombre de confianza de los Reyes (Ordoño, Alfonso III). Alfonso III, dividió el reino entre sus hijos: * Garcia: Reino de León y Castilla * Ordoño: Galicia * Fruela: Asturias
Miembros de Bierzo-natura en su visita al castillo de Sarracin.
Este monumento y sus alrederores deberian ser explotados.
Este monumento imponente, vigía de un valle cerrado, en el alto de una montaña boscosa, llama poderosamente la atención como puerta a Galicia desde el Bierzo, es decir, en la dirección que siempre tomaron los peregrinos para recorrer el Camino Francés a Compostela.
Siempre ha habido algunos parajes con sus paisajes, ruinas, iglesias, maravillas naturales, que no dejan a casi nadie indiferente y éste es uno de ellos.
Esta fortaleza casi inexpugnable no se relaciona con los moros, a pesar de existir en las inmediaciones una Cueva denominada del Moro, sino con el Conde Sarracino, que la mandó construir y erigir, según consta en documentación histórica. Su misión u objetivo era proteger a los peregrinos en su andadura caminando hacia Santiago.
Los Castillos que enseñoreaban todo el valle del Valcarce eran los de Autares y de Sarracín, conservándose únicamente este último en un grado de degradación casi total.
En la Edad Media, A Veiga de Valcarce era Punto de Entrada y de Salida en relación con el Reino de Galicia y eran los señores de Autares los que tenían el privilegio de cobrar un impuesto ("el derecho de Portazgo"). Y los peregrinos también fueron destinatarios de este gravamen. El Portazgo, finalmente, fue suprimido totalmente por el rey Alfonso VI.
El Castillo de Sarracín pasó por las manos templarias. Y su razón era su extraordinaria fortaleza, hasta el punto de que los hermanos Valcarce se defendían de los ataques con la pequeña provisión de cinco estacas. Ante tal proeza defensiva, en el escudo heráldico de los Valcarce figuran cinco estacas.
Así, Sarracín fue sitiado y asediado en varias ocasiones sin ningún resultado: se tiene constancia de la impotencia de los Irmandiños para conquistarlo y de que hizo parada en él el Emperador Carlos I, en tránsito hacia Alemania para su coronación.
La justificación de ser templario estriba en que esta Orden protegía las peregrinaciones, tanto a Jerusalén como a Compostela, y el Señor del Castillo de Autares era el recaudador y beneficiario del Portazgo. Un apunte que avala la intervención de los Templarios en esta zona de la ruta Jacobea es que la patrona de Veiga de Valcarce es Sta. Mª Magdalena, santa de gran devoción y predilección de esta sagrada Orden.
El itinerario que correspondía a los últimos pasos para llegar a Galicia era determinado por A Veiga-Ruitelán-As Ferrerías (topónimo que indica "herrerías" y fraguas)-A Faba-A Lagoa de Castilla-O Cebreiro. Algún dato anecdótico de este trayecto lo constituye una Ermita dedicada a S. Froilán en Herrerías, patrono de Lugo, o la construcción de un Albergue de Peregrinos en A Faba, regentado por unos benefactores alemanes, en recuerdo de la leyenda que trata sobre la pérdida de un peregrino alemán, que fue guiado por los silbidos de un pastor, para postrarse con devoción ante el Sto. Grial del Cebrero.
Este monumento imponente, vigía de un valle cerrado, en el alto de una montaña boscosa, llama poderosamente la atención como puerta a Galicia desde el Bierzo, es decir, en la dirección que siempre tomaron los peregrinos para recorrer el Camino Francés a Compostela.
Siempre ha habido algunos parajes con sus paisajes, ruinas, iglesias, maravillas naturales, que no dejan a casi nadie indiferente y éste es uno de ellos.
Esta fortaleza casi inexpugnable no se relaciona con los moros, a pesar de existir en las inmediaciones una Cueva denominada del Moro, sino con el Conde Sarracino, que la mandó construir y erigir, según consta en documentación histórica. Su misión u objetivo era proteger a los peregrinos en su andadura caminando hacia Santiago.
Los Castillos que enseñoreaban todo el valle del Valcarce eran los de Autares y de Sarracín, conservándose únicamente este último en un grado de degradación casi total.
En la Edad Media, A Veiga de Valcarce era Punto de Entrada y de Salida en relación con el Reino de Galicia y eran los señores de Autares los que tenían el privilegio de cobrar un impuesto ("el derecho de Portazgo"). Y los peregrinos también fueron destinatarios de este gravamen. El Portazgo, finalmente, fue suprimido totalmente por el rey Alfonso VI.
El Castillo de Sarracín pasó por las manos templarias. Y su razón era su extraordinaria fortaleza, hasta el punto de que los hermanos Valcarce se defendían de los ataques con la pequeña provisión de cinco estacas. Ante tal proeza defensiva, en el escudo heráldico de los Valcarce figuran cinco estacas.
Así, Sarracín fue sitiado y asediado en varias ocasiones sin ningún resultado: se tiene constancia de la impotencia de los Irmandiños para conquistarlo y de que hizo parada en él el Emperador Carlos I, en tránsito hacia Alemania para su coronación.
La justificación de ser templario estriba en que esta Orden protegía las peregrinaciones, tanto a Jerusalén como a Compostela, y el Señor del Castillo de Autares era el recaudador y beneficiario del Portazgo. Un apunte que avala la intervención de los Templarios en esta zona de la ruta Jacobea es que la patrona de Veiga de Valcarce es Sta. Mª Magdalena, santa de gran devoción y predilección de esta sagrada Orden.
El itinerario que correspondía a los últimos pasos para llegar a Galicia era determinado por A Veiga-Ruitelán-As Ferrerías (topónimo que indica "herrerías" y fraguas)-A Faba-A Lagoa de Castilla-O Cebreiro. Algún dato anecdótico de este trayecto lo constituye una Ermita dedicada a S. Froilán en Herrerías, patrono de Lugo, o la construcción de un Albergue de Peregrinos en A Faba, regentado por unos benefactores alemanes, en recuerdo de la leyenda que trata sobre la pérdida de un peregrino alemán, que fue guiado por los silbidos de un pastor, para postrarse con devoción ante el Sto. Grial del Cebrero.
A Veiga de Valcarce se localiza en lo que fue una Vía Romana principal, que unía Brigantium con Astorga. Su ubicación, en las estribaciones de la Serra do Cebreiro, una de las que constituyen la extensa Sierra del Caurel, origina que algunas aldeas (igual que otras asimismo bercianas de Barxas y Oencia) entren plenamente en este complejo geológico y orográfico del Caurel, donde la biodiversidad es muy relevante: más del 30% de las especies botánicas del Bierzo están aquí representadas.
El nombre "Courel" es de procedencia prerrománica, según algunos, aunque otros lo liguen a la palabra latina "aureum" (oro) por la gran cantidad y proliferación de explotaciones auríferas que llevaron a cabo los romanos. Es más, algún autor ha tratado de fijar el punto legendario del "Monte Medulio" (resistente hasta el suicidio a las tropas romanas) en el seno de la Sierra del Caurel.
La Sierra del Caurel (y la del Cebrero) presentan unas líneas quebradas, al estar compuestas por terrenos antiguos, de montañas desgastadas y, además, con áreas calcáreas importantes. El cauce fluvial que realiza la función de eje de la Sierra del Cebrero es el río Lor, cuyo afluente principal es el Lóuzara. En los núcleos habitados o aldeas se conservan tradiciones y costumbres ancestrales, arquitectura de cantería típica de montaña y una gran riqueza etnográfica atinente a los "modos de vida".
El nombre "Courel" es de procedencia prerrománica, según algunos, aunque otros lo liguen a la palabra latina "aureum" (oro) por la gran cantidad y proliferación de explotaciones auríferas que llevaron a cabo los romanos. Es más, algún autor ha tratado de fijar el punto legendario del "Monte Medulio" (resistente hasta el suicidio a las tropas romanas) en el seno de la Sierra del Caurel.
La Sierra del Caurel (y la del Cebrero) presentan unas líneas quebradas, al estar compuestas por terrenos antiguos, de montañas desgastadas y, además, con áreas calcáreas importantes. El cauce fluvial que realiza la función de eje de la Sierra del Cebrero es el río Lor, cuyo afluente principal es el Lóuzara. En los núcleos habitados o aldeas se conservan tradiciones y costumbres ancestrales, arquitectura de cantería típica de montaña y una gran riqueza etnográfica atinente a los "modos de vida".
FLORA:
Ya señalado el grado notorio de diversidad de especies, lo que nos va a dar continuidad al espacio es la constante de presencia de "soutos" de castaños y, cerca de cualquier curso de agua, los avellanos, mientras que las encinas aprovechan su buena adaptación respecto a las partes calcáreas.
Ya señalado el grado notorio de diversidad de especies, lo que nos va a dar continuidad al espacio es la constante de presencia de "soutos" de castaños y, cerca de cualquier curso de agua, los avellanos, mientras que las encinas aprovechan su buena adaptación respecto a las partes calcáreas.
En las zonas ombrías, es el espacio donde crecen carballos y hayas, en una composición perfecta convivencial con tejos, capudres y acebos.
Una nota que no se puede obviar es que, aquí, quizá se encuentren los hayedos más occidentales, siendo el referente más marcado el Hayedo de Busmayor.
En las cotas más elevadas, hay abedules y, en las orientaciones resguardadas del viento norte, "rebolas"
Como hábitat típico de media montaña, la riqueza forestal más abundante está integrada por carballos, abedules, con una menor proporción de avellanos, acebos, cerezos silvestres, "pradairos" y tejos. Y, en lo que se refiere al substrato de "monte bajo", abunda el matorral, las zarzas en la parte poco accesible y los torcales calizos.
FAUNA:
La cantidad de especies de vertebrados inventariadas supera las 160, siendo un "paraíso" para algunas aves, de las que hay noventa diferentes y variadas, y ello durante todo el año y con carácter permanente. Como más frecuentes están las de pequeño tamaño, pero resaltan las de mayor porte como el águila real (es uno de los últimos reservorios que la mantienen) y el búho real. Entre los mamíferos, es preciso citar las garduñas, las nutrias y los tejones.
Debido a la inexistencia de depredadores, ha habido una cierta invasión descontrolada del jabalí. No cabe pasar de largo sin nombrar como especies curiosas las de algunos reptiles y anfibios, como la cobra de roca, la víbora de Seoane, el lagarto arnal, el de las "silvas" y la lagartija rabilarga, los dos primeros especímenes potencialmente venenosos.
En las cotas más elevadas, hay abedules y, en las orientaciones resguardadas del viento norte, "rebolas"
Como hábitat típico de media montaña, la riqueza forestal más abundante está integrada por carballos, abedules, con una menor proporción de avellanos, acebos, cerezos silvestres, "pradairos" y tejos. Y, en lo que se refiere al substrato de "monte bajo", abunda el matorral, las zarzas en la parte poco accesible y los torcales calizos.
FAUNA:
La cantidad de especies de vertebrados inventariadas supera las 160, siendo un "paraíso" para algunas aves, de las que hay noventa diferentes y variadas, y ello durante todo el año y con carácter permanente. Como más frecuentes están las de pequeño tamaño, pero resaltan las de mayor porte como el águila real (es uno de los últimos reservorios que la mantienen) y el búho real. Entre los mamíferos, es preciso citar las garduñas, las nutrias y los tejones.
Debido a la inexistencia de depredadores, ha habido una cierta invasión descontrolada del jabalí. No cabe pasar de largo sin nombrar como especies curiosas las de algunos reptiles y anfibios, como la cobra de roca, la víbora de Seoane, el lagarto arnal, el de las "silvas" y la lagartija rabilarga, los dos primeros especímenes potencialmente venenosos.
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Publicado por VRedondoF para TURISMO el 4/24/2009 07:27:00 PM