Diario PUBLICO
Perderse por El Bierzo siguiendo la Ruta de la Mirada Circular
Un itinerario por esta comarca leonesa que incluye pinceladas de vestigios romanos, pasado industrial y sobre todo mucha, mucha naturaleza. Más de trescientos kilómetros para perderse lejos del mundanal ruido.
Estamos tan acostumbrados al bullicio cotidiano que en ocasiones olvidamos el valor del silencio. En El Bierzo, al noroeste de la provincia de León, un proyecto de turismo sostenible vuelve a poner al hombre en contacto con la naturaleza: la Ruta de la Mirada Circular. Las únicas demandas para recorrerla: interés por el medio ambiente y ganas de caminar olvidándose de cualquier tipo de vehículo a motor. La recompensa: hermosos paisajes, pueblos por descubrir y un tiempo que parece detenerse a nuestro paso.
Los más de trescientos kilómetros de la Ruta de la Mirada Circular dan para muchos senderos. De hecho, en ella se distinguen quince caminos temáticos que recorren todo el perímetro de la comarca de El Bierzo, y que se pueden hacer a pie o en bici: camino de la herrería, del carbón, del urogallo, de los celtas, de las pallozas, del wólfram, del oro..., cada uno con su peculiar historia y sus puntos de interés.
Ante la vista del caminante se suceden parajes de robles y castaños, antiguos vestigios del pasado industrial leonés (como los restos mineros o la Herrería de Compludo), iglesias, pallozas milenarias... En el área de influencia de la ruta, más de cien pueblos representativos de la arquitectura tradicional e incluso, algunos de ellos, verdaderamente monumentales. Entre los núcleos de población, dos especialmente originales: las ecoaldeas de Matavenero y Poibueno que, tras ser abandonadas por la población autóctona, han vuelto a reactivarse al ser ocupadas por grupos de personas que viven según una filosofía de respeto por la naturaleza y un sistema de agricultura ecológica.
De quienes habitaron antes estas tierras nos hablan Las Médulas, el último vestigio de la ingeniería minera de los romanos, declaradas Patrimonio de la Humanidad, y el camino del wólfram, metal extraído de las entrañas de la zona durante la II Guerra Mundial para fabricar el blindaje de los carros de combate. De quienes la habitan ahora, además de los pueblos de la ruta, las dos localidades principales por cuya zona discurre: Ponferrada y Villafranca del Bierzo.
Pero el verdadero protagonista de la Mirada Circular no es el ser humano, sino el entorno natural. Naturaleza majestuosa en los Ancares, territorio declarado Reserva de la Biosfera, y en los Montes Aquilianos, con un Valle del Silencio en el que todavía es posible ver volar las águilas.
Más información
La Ruta tiene una web de lo más completo (www.lamiradacircular.com), en la que, además de consultar los quince senderos por los que discurre, podremos descargarnos información sobre ella a un GPS, un móvil o un reproductor de música.
Dónde comer
En la propia web de La Mirada Circular, en su apartado Un viaje redondo, se presentan diversos locales de hostelería en los que detenerse para comer y reponer fuerzas a lo largo de la ruta.
Dónde dormir
El Hotel Ponferrada Plaza es un establecimiento funcional situado en la zona comercial de la ciudad. También en Ponferrada encontramos el Bierzo Plaza, un caserón del siglo XVII en la Plaza del Ayuntamiento que ha sido transformado en un hotel en el que se combina la antigua construcción con muebles de diseño actual. A 6 kilómetros de Ponferrada, en Molinaseca, De Floriana ofrece alojamiento en pleno Camino de Santiago, en un entorno bucólico marcado por la tranquilidad. Este hotel rural posee una suite y un apartamento, así como una decoración en materiales nobles, entre los que destacan la pizarra y la piedra.
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Publicado por VRedondoF para TURISMO el 7/06/2009 12:26:00 PM