Amancio Prada regresó al Bierzo en compañía de los versos y la memoria de Rosalía de Castro y Federico García Lorca. Su música le ha llevado por todo el mundo, pero en sus viajes siempre hay un hueco para recordar los orígenes. En la estación del ferrocarril, punto de partida y de destino en múltiples episodios de su trayectoria, habla de la vida, de la poesía y de su tierra.
¿Qué recuerdos le trae esta estación?
Hacía mucho tiempo que no venía aquí, que no pisaba este andén donde tantos trenes he esperado en mi vida, tanto hacia Galicia como hacia Castilla. La primera vez fue con nueve años, hacia Galicia. Me monté en uno de los dos vagones que venían cargados con vocaciones salesianas. Hicimos transbordo en Redondela y allí recuerdo que al bajar del tren sentí un olor nuevo para mí. No sabía lo que era. Cuando se fue el tren, de pronto vimos el mar allí en frente. Era el mar. Cogimos otro tren hasta Villagarcía de Arosa y desde allí, en un autobús, nos llevaron a Castrelo, cerca de Cambados, donde pasé cuatro felices años con los Salesianos, estudiando de todo, combinando los juegos, los rezos, los cantos, los deportes, los paseos... Vine un par de veces también en tren y luego, a partir de la adolescencia, tantas veces esperando aquí a aquel tren nocturno casi alevoso que se llamaba 'Shangai', que venía de Galicia siempre con puntual retraso. Paseando un día aquí por el andén se me ocurrió la canción esa de 'Tengo en el pecho una jaula, en la jaula dentro un pájaro, el pájaro lleva dentro del pecho un niño cantando en una jaula lo que yo canto'. Esa canción nació aquí, paseando con mi padre, esperando uno de esos trenes. Mi padre, que siempre aguardaba a que llegara el tren, trajera el retraso que trajera. A París, a Madrid, a Valladolid...
Luego, cuando empecé a leer a machado, cuando dice "este placer de alejarse, Londres, Madrid, Ponferrada, tan lindos para marcharse". Decía yo, "¿por qué hablaría Machado de Ponferrada?" No creo que pisara esta estación nunca. Esa es la gracia. No dice Londres, Madrid, Berlín... Dice Ponferrada. Porque sin ser Ponferrada un nudo ferroviario tan importante como Venta de Baños o Monforte de Lemos, lleva la erre del hierro, del ferrocarril, incorporada en el nombre.
¿Qué trenes recuerda con más cariño? ¿Los que le llevaban a Galicia, a París, al resto del mundo o los que le traían de vuelta al Bierzo?
Ambos. Al placer de alejarse también le acompaña el placer de volver. Esa es la cara y la cruz. Como dice Rosalía, "Toda a terra é dos homes. A quen se muda, Dios o axuda. Aquel que non veu nunca más que a propia, a iñorancia o consome". Conviene abrir el horizonte y que estas raíces se aireen también un poco para que nos alimenten las alas. Son necesarias las dos cosas.
¿Sus viajes por el mundo le han hecho conocer el Bierzo de otra manera?
Apreciar. Muchas veces necesitas estar fuera, lejos de lo que quieres, para apreciarlo más. Somos así. Tengo lo que no quiero y lo que quiero no lo tengo. Yo tomé conciencia precisamente de la parte gallega que tiene el Bierzo en cultura, en acento y en tantas cosas precisamente cuando estaba en Valladolid, que todos me debían notar este acento berciano que les parecía tan gallego como los de El Barco de Valdeorras, de donde era mi abuela, por cierto.
En esta situación tan difícil, que quizá está afectando especialmente al Bierzo ¿como percibe a su tierra cuando regresa?
No muy distinto de la tónica general del país. La ventaja es que aquí siempre ha habido una economía que no se ha desvinculado de la tierra. Recuerdo que hace muchos años había empezado a hacer una tesis sociológica sobre la agricultura a tiempo parcial en el Bierzo. Porque del mismo modo que no había agricultores agricultores, o eran los menos, tampoco había industriales industriales, o había pocos comerciantes comerciantes. Había, y creo que en cierto modo sigue habiendo, una combinación que es una autodefensa para resistir las condiciones adversas. El agricultor obrero, el agricultor artesano, el agricultor comerciante... No dejar de cultivar un huerto, no dejar de hacer una matanza, tener unas gallinas, unos pollos... En los pueblos al menos del Bierzo creo que eso aumenta esa dimensión protectora que tiene la familia en circunstancias de crisis como las actuales. El inconveniente es que en general, como en todo el país, se echan de menos cabezas pensantes, economístas, sociólogos, filósofos que establezcan una reflexión sobre el horizonte que debemos otear y escarbar. Trazar y sugerir unas vías sobre las que se pueda contar una economía nueva, que vaya más allá de la construcción, que parece que no sabemos hacer otra cosa que casas. Creo que ya está bien, que sobran casas, ya hemos machacado bastante el paisaje rural y el paisaje urbano también.
Me pregunto, por ejemplo... El Consejo Comarcal del Bierzo tendría que tener un protagonismo importante en eso. Yo entiendo poco de esas cosas, pero es una institución cuya máxima responsabilidad sería la de desbrozar, orientar las salidas posibles a una situación de crisis como esta. Esto al margen de la necesaria limpieza de tanta basura, de tanta corrupción y de tanta mentira como nos rodea. Creo que ahí la sociedad civil, la ciudadanía tiene que estar atenta y ser intransigente.
¿Queda fuerza en la gente del Bierzo para eso, para seguir luchando?
Creo que sí ¿Cómo no va a quedar fuerza? Si no, si hay que comer un plato más de caldo lo comemos. Pero no debemos abandonar esa esperanza.
Como berciano residente fuera de la comarca, ¿le ha tocado explicar alguna vez que Ponferrada es algo que va más allá de los titulares que a veces han trascendido a los medios de comunicación nacionales?
Hay un morbo general que alimenta tanto las televisiones... Yo hace muchos años que no veo la tele, porque cada vez que sin querer la miro parece que todo se ha convertido en una mercadería de airear una serie de bajas pasiones y trapos sucios y pendencias más propias de un patio de vecinos que de una nación como España. Cuando uno ve ahí a su tierra da pena, porque aquí hay gente muy honrada, muy valiosa, que es la mayoría, que de forma callada está trabajando y ganándose el pan de una forma honrada. Y eso no es noticia, desgraciadamente.
En tiempos difíciles, siempre queda el refugio del arte.
El arte no tiene que ser nunca evasión, sino, de alguna manera, dar ejemplo de compromiso. En primer lugar con el propio trabajo de cada uno, tratando de hacer las cosas, de no rendirse jamás aunque no siempre el viento sople a favor. Y, desde luego, una opción siempre clara por estar al lado de la gente que más lo necesita. Poniendo el dedo en la llaga y poniendo un beso en la fiebre con cada canción.
En este sentido, ¿todavía tienen cosas que decirnos poetas como Rosalía de Castro o Federico García Lorca, a los que canta sobre el escenario?
A mí son los poetas que me interesan. Rosalía de Castro es el alma de Galicia, que va más allá de Galicia y más allá de su tiempo. El poeta, cuando toca las cuerdas del corazón y alumbradas con un pensamiento crítico, se instala en un perenne presente y toda su denuncia, por ejemplo, de la pobreza que obligaba en su tiempo a los gallegos a irse a la Habana, en los años 70 también tenía plena actualidad. Cuantos emigrantes cogieron aquél tren para irse a trabajar a Francia o por ahí, mundo adelante. Y ahora mismo. ¿No estamos viendo cómo los jóvenes se están yendo a trabajar a Chile, a Londres...? Me interesan de siempre esos poetas que dan voz a los que no tienen voz o les ayudan a tenerla. Lorca también es un poeta solidario con Rosalía, a la que él llamaba "mi hermana en tristeza". En su salutación elegiaca a Rosalía de Castro le dice: "Quiero que me cuentes tu vieja tonada a la orilla tibia del hogar sentada, por toda la gente sin pan que sufrió".
¿Qué recuerdos le trae esta estación?
Hacía mucho tiempo que no venía aquí, que no pisaba este andén donde tantos trenes he esperado en mi vida, tanto hacia Galicia como hacia Castilla. La primera vez fue con nueve años, hacia Galicia. Me monté en uno de los dos vagones que venían cargados con vocaciones salesianas. Hicimos transbordo en Redondela y allí recuerdo que al bajar del tren sentí un olor nuevo para mí. No sabía lo que era. Cuando se fue el tren, de pronto vimos el mar allí en frente. Era el mar. Cogimos otro tren hasta Villagarcía de Arosa y desde allí, en un autobús, nos llevaron a Castrelo, cerca de Cambados, donde pasé cuatro felices años con los Salesianos, estudiando de todo, combinando los juegos, los rezos, los cantos, los deportes, los paseos... Vine un par de veces también en tren y luego, a partir de la adolescencia, tantas veces esperando aquí a aquel tren nocturno casi alevoso que se llamaba 'Shangai', que venía de Galicia siempre con puntual retraso. Paseando un día aquí por el andén se me ocurrió la canción esa de 'Tengo en el pecho una jaula, en la jaula dentro un pájaro, el pájaro lleva dentro del pecho un niño cantando en una jaula lo que yo canto'. Esa canción nació aquí, paseando con mi padre, esperando uno de esos trenes. Mi padre, que siempre aguardaba a que llegara el tren, trajera el retraso que trajera. A París, a Madrid, a Valladolid...
Luego, cuando empecé a leer a machado, cuando dice "este placer de alejarse, Londres, Madrid, Ponferrada, tan lindos para marcharse". Decía yo, "¿por qué hablaría Machado de Ponferrada?" No creo que pisara esta estación nunca. Esa es la gracia. No dice Londres, Madrid, Berlín... Dice Ponferrada. Porque sin ser Ponferrada un nudo ferroviario tan importante como Venta de Baños o Monforte de Lemos, lleva la erre del hierro, del ferrocarril, incorporada en el nombre.
¿Qué trenes recuerda con más cariño? ¿Los que le llevaban a Galicia, a París, al resto del mundo o los que le traían de vuelta al Bierzo?
Ambos. Al placer de alejarse también le acompaña el placer de volver. Esa es la cara y la cruz. Como dice Rosalía, "Toda a terra é dos homes. A quen se muda, Dios o axuda. Aquel que non veu nunca más que a propia, a iñorancia o consome". Conviene abrir el horizonte y que estas raíces se aireen también un poco para que nos alimenten las alas. Son necesarias las dos cosas.
¿Sus viajes por el mundo le han hecho conocer el Bierzo de otra manera?
Apreciar. Muchas veces necesitas estar fuera, lejos de lo que quieres, para apreciarlo más. Somos así. Tengo lo que no quiero y lo que quiero no lo tengo. Yo tomé conciencia precisamente de la parte gallega que tiene el Bierzo en cultura, en acento y en tantas cosas precisamente cuando estaba en Valladolid, que todos me debían notar este acento berciano que les parecía tan gallego como los de El Barco de Valdeorras, de donde era mi abuela, por cierto.
En esta situación tan difícil, que quizá está afectando especialmente al Bierzo ¿como percibe a su tierra cuando regresa?
No muy distinto de la tónica general del país. La ventaja es que aquí siempre ha habido una economía que no se ha desvinculado de la tierra. Recuerdo que hace muchos años había empezado a hacer una tesis sociológica sobre la agricultura a tiempo parcial en el Bierzo. Porque del mismo modo que no había agricultores agricultores, o eran los menos, tampoco había industriales industriales, o había pocos comerciantes comerciantes. Había, y creo que en cierto modo sigue habiendo, una combinación que es una autodefensa para resistir las condiciones adversas. El agricultor obrero, el agricultor artesano, el agricultor comerciante... No dejar de cultivar un huerto, no dejar de hacer una matanza, tener unas gallinas, unos pollos... En los pueblos al menos del Bierzo creo que eso aumenta esa dimensión protectora que tiene la familia en circunstancias de crisis como las actuales. El inconveniente es que en general, como en todo el país, se echan de menos cabezas pensantes, economístas, sociólogos, filósofos que establezcan una reflexión sobre el horizonte que debemos otear y escarbar. Trazar y sugerir unas vías sobre las que se pueda contar una economía nueva, que vaya más allá de la construcción, que parece que no sabemos hacer otra cosa que casas. Creo que ya está bien, que sobran casas, ya hemos machacado bastante el paisaje rural y el paisaje urbano también.
Me pregunto, por ejemplo... El Consejo Comarcal del Bierzo tendría que tener un protagonismo importante en eso. Yo entiendo poco de esas cosas, pero es una institución cuya máxima responsabilidad sería la de desbrozar, orientar las salidas posibles a una situación de crisis como esta. Esto al margen de la necesaria limpieza de tanta basura, de tanta corrupción y de tanta mentira como nos rodea. Creo que ahí la sociedad civil, la ciudadanía tiene que estar atenta y ser intransigente.
¿Queda fuerza en la gente del Bierzo para eso, para seguir luchando?
Creo que sí ¿Cómo no va a quedar fuerza? Si no, si hay que comer un plato más de caldo lo comemos. Pero no debemos abandonar esa esperanza.
Como berciano residente fuera de la comarca, ¿le ha tocado explicar alguna vez que Ponferrada es algo que va más allá de los titulares que a veces han trascendido a los medios de comunicación nacionales?
Hay un morbo general que alimenta tanto las televisiones... Yo hace muchos años que no veo la tele, porque cada vez que sin querer la miro parece que todo se ha convertido en una mercadería de airear una serie de bajas pasiones y trapos sucios y pendencias más propias de un patio de vecinos que de una nación como España. Cuando uno ve ahí a su tierra da pena, porque aquí hay gente muy honrada, muy valiosa, que es la mayoría, que de forma callada está trabajando y ganándose el pan de una forma honrada. Y eso no es noticia, desgraciadamente.
En tiempos difíciles, siempre queda el refugio del arte.
El arte no tiene que ser nunca evasión, sino, de alguna manera, dar ejemplo de compromiso. En primer lugar con el propio trabajo de cada uno, tratando de hacer las cosas, de no rendirse jamás aunque no siempre el viento sople a favor. Y, desde luego, una opción siempre clara por estar al lado de la gente que más lo necesita. Poniendo el dedo en la llaga y poniendo un beso en la fiebre con cada canción.
En este sentido, ¿todavía tienen cosas que decirnos poetas como Rosalía de Castro o Federico García Lorca, a los que canta sobre el escenario?
A mí son los poetas que me interesan. Rosalía de Castro es el alma de Galicia, que va más allá de Galicia y más allá de su tiempo. El poeta, cuando toca las cuerdas del corazón y alumbradas con un pensamiento crítico, se instala en un perenne presente y toda su denuncia, por ejemplo, de la pobreza que obligaba en su tiempo a los gallegos a irse a la Habana, en los años 70 también tenía plena actualidad. Cuantos emigrantes cogieron aquél tren para irse a trabajar a Francia o por ahí, mundo adelante. Y ahora mismo. ¿No estamos viendo cómo los jóvenes se están yendo a trabajar a Chile, a Londres...? Me interesan de siempre esos poetas que dan voz a los que no tienen voz o les ayudan a tenerla. Lorca también es un poeta solidario con Rosalía, a la que él llamaba "mi hermana en tristeza". En su salutación elegiaca a Rosalía de Castro le dice: "Quiero que me cuentes tu vieja tonada a la orilla tibia del hogar sentada, por toda la gente sin pan que sufrió".
Amancio Prada repasa desde la estación del ferrocarril de Ponferrada sus recuerdos, sus poetas más queridos y sus reflexiones sobre su tierra
Javier Santiago 16/03/2014
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Amancio Prada
www.amancioprada.com/2012 - Amancio Prada
www.amancioprada.com/index.php?option=com...view...Amancio Prada - Wikipedia, la enciclopedia libre
es.wikipedia.org/wiki/Amancio_Prada-
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Nota : pongo estos tres refranes para que el lector tenga cuidado con lo que lee.
Es muy facil manipular a la gente, todo el cuidado es poco.
Hay que CUESTIONARSE lo que se lee, CONTRASTARLO y luego CADA UNO DEBE LLEGAR A SUS PROPIAS CONCLUSIONES.
VRedondoF
** Soy un EMPRESARIO JUBILADO que me limito al ARCHIVO de lo que me voy encontrando "EN LA NUBE" y me parece interesante. **
** Lo intento hacer de una forma ordenada/organizada mediante los blogs gratuitos de Blogger. **
** Utilizo el sistema COPIAR/PEGAR, luego lo archivo. ( Solo lo INTERESANTE, según mi criterio). **
** Tengo una serie de familiares/ amigos/ conocidos (yo le llamo "LA PEÑA") que me animan a que se los archive para leerlo ellos después. **
** Los artículos que COPIO Y PEGO EN MI ARCHIVO o RECOPILACIÓN (cada uno que le llame como quiera), contienen opiniones con las que yo puedo o no, estar de acuerdo. **
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** Cuando incorporo MI OPINIÓN, la identifico CLARAMENTE, con la única pretensión de DIFERENCIARLA del articulo original. **
** Pido perdon por MIS limitaciones literarias. El hacerlo mejor (no mucho) me cuesta dedicarle MAS TIEMPO, y la verdad es que (ademas de no tener tiempo) tengo poca paciencia, por ello, y nuevamente, pido disculpas por las susodichas limitaciones. **
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Publicado por Blogger para CdB el 4/23/2014 06:31:00 a. m.